jueves, 8 de octubre de 2009

Percustein

Esta vez nos convoca, por lo menos a mí, la incertidumbre. No es algo que pueda definir por mí mismo. ¿Por qué? Porque no sólo dudo de mi primera sensación, sino porque dudo de la cosa. No quiero ser un viejo choto, no quiero hacerme el exquisito. Hay algo de la innovación, de la técnica, que asombra, pero, sabemos, eso no es todo. ¿Se puede reemplazar la vibración de materiales naturales por grabaciones, replays, de esos sonidos naturales? Bueno, Nico Arnicho tiene una larga tradición en percusión y sus exploraciones. No voy a extenderme. La cuestión surge de este instrumento (?) el hang drum. Si alguna vez Levi-Strauss se preguntó por lo crudo y lo cocido, no se refería al jamón. Tampoco a la música. ¿Lo artificial es lo cocido sin haber sido crudo? ¿Es lo crudo una verdad no legitimada? El hang drum hace preguntas. A mí, me suena distante, seco. No necesariamente, eso es algo malo. Fascina, como fascina la máquina. El tiempo dirá cuánto se cocina el puchero.

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