La nieve se hace agua en Berlín. Cerca de la estufa se calienta una lectura. Desde sur llegan noticias escalofriantes.
Porque no había quien reclamase la posesión de la nada sino nadie. Y ese nadie, que sólo existía dentro del dominador, era la voz de su fracaso.
La extensión no es grandeza; es la idea de la grandeza. No es riqueza; es la posibilidad del crédito hipotecario. No es nada.
Martínez Estrada
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